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Prefacio
Pocas personas, aun entre los Santos de los Últimos Días, poseen una reseña
adecuada de José Smith. Esta obra es un esfuerzo para permitir a aquellos quienes conocían
al Profeta a hablar por sí mismos acerca de su apariencia, características personales, y
poderes espirituales. El líder Mormón habló modestamente y con refrenamiento en cuanto
a sus experiencias espirituales; y no estuvo de prisa para apresurar el relato de tales
incidentes a la publicación. Una revelación que él recibió refirió a la santidad de las cosas
espirituales: "Recordad que lo que viene de arriba es sagrado, y debe expresarse con
cuidado y por constreñimiento del Espíritu." [Doctrinas y Convenios 63:64.] Otra
revelación habló de ciertas cosas reveladas al Profeta, y amonestó, "No las muestres a nadie
sino a quienes creyeren." [Moisés 1:42] por estas y otras razones, José Smith esperó algún
tiempo para ponerlos en texto impreso muchos de los eventos sagrados que introdujeron la
Dispensación del Cumplimiento de los Tiempos: y aun entonces él reportó sino unas pocas
de las grandes manifestaciones que ocurrieron.
Esta obra no es un esfuerzo para revelar, en tal manera como para explotar lo
fenomenal, ciertas cosas que José Smith aludió a solamente modestamente en su historia.
Es la esperanza del escritor que cuando esta publicación llegara a ser más disponible los
muchos poco sabidos incidentes que revelan el carácter del Profeta y los poderes
espirituales, esos incidentes presentarán un retrato más correcto del líder Mormón y
señalará más claramente la fuente de sus ideas. La evidencia presentada en este volumen
indica la falacia de ciertas teorías que José Smith era un soñador, un epiléptico, un
espiritualista, un místico, o un engañador. Muchos de los asociados del Profeta
participaron, directamente e indirectamente, en las revelaciones, visiones, y otras
manifestaciones espirituales que él recibió. Ellos eran hombres de mentes sensatas y de
buen carácter. Sus testimonios corroboran los de José Smith y prueban que las grandes
manifestaciones que él recibió no eran místicas ni engañadoras en naturaleza. Ellos,
también, vieron y dieron testimonio.
Ningún otro lugar en los anales de la historia puede ser encontrada evidencia para
apoyar la realidad de la revelación de Dios--desde una fuente de verdad iluminada que es
consistente con sí misma, edificante en su poder e influencia, y demostrable en las vidas de
otros. Cuando el tiempo venga que escépticos aprendan del poder y fe y cuando aquellos
quienes se mofen de la verdad espiritual y lleguen al entendimiento, José Smith será
estudiado más pensativamente y con más consideración por estudiantes concienzudos.